APC

Hoy desperté muy tarde (con respecto a lo usual), me pasé por varias horas mientras tenía otro sueño largo y perturbador, el primero en el que yo participo activamente (en vez de solo ver imágenes) en mucho tiempo.

Habia un cuarto grande y feo, muy oscuro, con una luz casi ámbar que iluminaba apenas un mueble horrendo y viejo, con la extraña forma de un carruaje... era un piano, en muy mal estado. A lado de el varias cuerdas rotas, no de guitarra ni de bajo, tampoco de violín... no pude identificar de que. Había muchos muebles desgastados y dispersos, una bocina grande tirada y cubierta de libros con páginas rotas. Sonaba una canción Alegre y bailable. Una pared tenía una ventana grande tapada por oscuras y gruesas cortinas, alrededor de ellas la pared (igual que parte de la de a lado) estaba llena de fotografías, algunas reconocibles (que yo había tomado). Ahí también había un escritorio, con una computadora y dos monitores (suspendidos del techo), ambos con modelos 3D. A lado, en otro escritorio, otra máquina con ventanas aleatorias abiertas al azar.

Una niña corría de lado a lado mirando y cambiando cosas de lugar marvillada. Hacia ruido, pero buscaba cierta aprobación antes de cada acción, mirando a la direcion en la que yo estaba. Se veía realmente feliz. Llegaba a la ventana y abría completamente la cortina. Afuera, una luna gigantesca iluminaba una serie inmensa de pequeñas montañas, una cantidad inmensa de estrellas completaba el paisaje. La niña sacaba una cámara digital pequeña de una mochila ( de yoda) que traía colgando y empezaba a tomar fotografías a través de la ventana, mirando feliz el resultado después de tomar cada una.

Yo me acercaba y ella me daba la cámara. La conectaba en la compuadora y copiaba las fotos. Ella miraba com curiosidad los dos monitores de la maquina de a lado. Yo me acercaba y la levantaba, hasta entonces veía por primera vez su rostro con detenimiento, tan similar al de alguien que apenas conozco, pero que no estaba ahí. La sensación de miedo aparecía fugazmente de nuevo, pero pronto se convertía en una extraña e inexplicable alegría inigualable. La acercaba a los monitores y explicaba que era: el diseño de personajes para un juego, aparentemente, mi trabajo. Ella me miraba con un brillo especial en sus ojos... Alguna mirada que alguna vez yo tuve, cuando veia a mi padre.