...to the future that I never met

A lo largo de mi vida he tenido la fortuna de conocer a muchas personas realmente inteligentes, e incluso de crear un vínculo de amistad con algun@s de ellos. Cuando sucede, al terminar la primera conversación inmediatamente me es imposible no preguntarme qué será de ellos en el futuro, qué tan lejos llegarán.

 Recuerdo en especial a dos personas... uno de ellos tardó veinte mintuos en impactarme, hacer que me formulara preguntas que nunca consideré, que apreciara infinidad de veces más mi entonces creciente habilidad de leer código, que quisiera descubrir aún más y encima de todo, de convencerme de la posibilidad de que él algún día podría crear, inventar, algo realmente inimaginable. El otro sabía cómo hablar con una sinceridad y un tacto difícilmente comparable, destacaba (a diferencia de otros) no por su habilidad de obedecer ridículas reglas, sino por realmente comprender el entorno que le rodeaba... en ese entonces no conocía aún mucho de Carl Sagan, pero era imposible no pensar un poco en él al escuchar a este vago hablar. Me alegró mucho saber, tiempo después, que la persona a la que más admiraba era precisamente Sagan.

No sé porqué vine a recordar a ambos hoy... tal vez es sólo el vago recuerdo de lo que alguna vez creí. Tal vez sólo es el vago deseo de querer hablar con ellos de nuevo, aunque sea una vez... recordar cómo era el camino entonces.