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7.6.08

midnight coward @ broken june

El siguiente post es largo y contiene mucho más divagación ridícula personal de lo usual, no es entretenido y no debería leerse, sólo es archivado para fines pseudo terapeúticos, para poder volver a él en algunos años.





No tengo la más mínima idea de qué fue lo que soñé en la (miserable pero dichosa) hora en la que dormí en la tarde, pero desperté con una sensación difícil de explicar. Ese sentimiento de TENER que hacer algo, sin aparente explicación.

Yo que tiendo a dejarme influenciar fácilmente por ese tipo de cosas, me levanté y vi la hora (17:23PM), luego apresurado me puse la primera ropa que encontré mientras grababa un CD con lo poco que he logrado hacer en los últimos meses, algunos mensajes y algunas fotos, detalles. Guardé el disco en un empaque de DVD y me alcancé a ver en un espejo, pensando en el hecho de que no me había bañado (tengo un trauma con eso de bañarme antes de salir, me siento de una manera psicológicamente horrenda si no lo hago (a pesar de ello, he de admitir que me gusta como se ve mi cabello cuando no me he bañado y acabo de despertar, si pudiera peinarme así sería feliz)), pero no me importó mucho. Tomé el poco dinero que ahora sí estaba guardando para mis vacaciones y lo guardé en la caja del disco. Necesitaba llegar a Estafeta, necesitaba enviar ese disco, necesitaba compartir, necesitaba una opinión. La necesitaba este fin de semana.

Aún cuando sabía que caminando llegaría algunos minutos antes de que cerraran esa sucursal, comencé a correr. Fueron (datos google earth) 1.58km corriendo hasta las oficinas de Estafeta, sólo para que al llegar me dijeran que habían cambiado de dirección. Me dieron la nueva y corrí de nuevo buscando el lugar que afortunadamente sólo estaba 450m más lejos. Me detuve un momento para tomar aire y entré. Toqué la campanita que tenían en la recepción y esperé mínimo dos minutos antes de que una tipa con cara de fastidio llegara a preguntarme qué necesitaba. Le dije que NECESITABA enviar el disco que llevaba, que ERA PRECISO que llegara mañana (¿hoy? no sé). Ella empezó a teclear datos en su computadora mientras yo le explicaba en medio de mi injustificada desesperación, me dijo la relación precio/distancia y acepté a pesar de considerarla un robo. Entonces me pidió el paquete.

"No tiene sobre, necesitas un sobre para poder enviarlo," me dice. Yo que veo un montón de sobres atrás de ella le pregunto si no puede ponerle uno, si no puede enviarlo así. Me explica que necesito garantizar que no se abra la caja en el proceso y que no puede darme uno de esos. Yo le pido que por favor, lo envuelva en la cinta adhesiva gigante que tenía enfrente de ella y así lo envíe, pero me dice que no puede hacerlo, que necesito un sobre. Le pregunto por una papelería cercana y no sabe decirme dónde hay una. Le digo que me de la hora y me dice que son las 5:55 PM. Le pido que me espere, que iré a comprar el sobre, que necesito enviar ese paquete. Ella sólo dice "cerramos a las seis," mientras sonríe.

Salí corriendo una vez más. Maldecí no saber dónde había papelerías cerca, me gusta caminar sin rumbo, es mi colonia, debería saber dónde está todo, pero no es así. Sin pensarlo giré a la izquierda en la primera calle y seguí corriendo, pensando que recordaba que había una escuela cerca y que si había una escuela habría una papelería. Deducciones rápidas usualmente erróneas, mi eterna especialidad.

Di vueltas y vueltas entre las cuadras alrededor, encontrando no una, sino 8 papelerías. En todas ocurrió más o menos lo mismo. Miradas de sorpresa al ver a un tipo desesperado corriendo hacia su local, sólo para después decirle "no, sobres de ese tamaño no tenemos" y verlo salir maldiciendo. Finalmente encontré una más en una calle por la que tenía años que no pasaba, atendía una tipa con una blusa de Morrisey que estaba escuchando Love Will Tear Us Apart. Pensé en muchas cosas, y una parte de mí empezaba a sentir un poco de burla, pero no importaba, pregunté por el sobre y ella me dio uno justamente del tamaño de la caja que yo llevaba, pagué y estaba por salir cuando me dijo "buena banda", señalando a mi playera de The Clash. "Buena canción, precisa y triste," dije sin pensarlo mientras salía al tiempo que escuchaba que la tipa me deseaba suerte mientras reía sarcásticamente.

Corrí de nuevo, entre las calles para volver al local de Estafeta. Sabía que habían pasado ya más de cinco minutos, no mucho más, pero sí había excedido ya las seis de la tarde. No me importaba, tenía un poco de fe en que la tipa me hubiera esperado después de todo. Corrí tan rápido como pude a pesar de un dolor que empezaba a darme en la pierna. Vi a lo lejos el letrero de Estafeta y seguí, noté como un auto se estacionaba justo enfrente y que tenía volumen alto, no puse atención, no me importaba.... hasta que finalmente llegué. Estaba cerrado. Como si hubieran estado esperando con toda la precisión del mundo para cerrar la cortina metálica justo en cuanto se cumpliera la hora exacta.

Pateé la cortina roja varias veces y golpeé el borde de la pared. Las personas que me conocen saben que es raro verme realmente enojado, de hecho no creo que más de cuatro de esas personas me hayan visto así, pero en ese momento no pude evitarlo. Sentí toda la ira acumulada en tanto tiempo aparenciendo ahí, todo en ese instante. Me senté en el suelo maldiciendo todo y me di cuenta de qué era lo que sonaba en el auto: Quicksand.

Tenía mucho tiempo que no me sentía tan mal, realmente. Perdido, completamente. ¡Pero es sólo un paquete, un pequeño disco!, lo sé, pero en ese momento para mí parecía la vida entera. Estuve ahí bastante tiempo hasta que empezó a llover y un policía empezó a verme sospechósamente, entonces me quité. Caminé sin rumbo realmente, pero por alguna razón terminé llegando al cementerio. Me senté ahí, a la entrada, aún cuando sabía que tenía que estar haciendo otras cosas, no me importó. Estuve ahí hasta que empezó a anochecer, pensando en muchas cosas. Pensé en mi familia, lo mucho que me quejo de ella. Lo mucho que me quejaba de mi abuelo, lo mucho que me quejo de mi padre... y como ahora, después de lo que acaba de pasar me doy cuenta de que tal vez tengo más respeto a ellos de lo que podía haber creído. Mi abuelo que hasta el día de su muerte nunca dejó de hacer lo que él creía que era importante, lo que él creía que era correcto, así fuera tomar decisiones importantes o dedicarse a cualquier pasatiempo idiota, sin importar lo que le dijeran o creyeran de él. Mi padre, quien me he dado cuenta de que a pesar de todo lo que le he reclamado y odiado de él a lo largo de los años, no ha dejado nunca de estar dispuesto a sacrificar todo sin dudarlo por lo único que tal vez para él tenga valor en su vida, mi madre. Tal vez a pesar de todo, he sido más influenciado por ellos de lo que alguna vez pensé... tal vez las cosas tenían que pasar de este modo, terminar de este modo, para al final entender que lo que yo he hecho, lo poco en lo que creo, los sacrificios que yo mismo he tenido que hacer han tenido una razón más profunda de lo que pensaba y tal vez debería agradecer a alguien más por ello, aunque seguramente jamás lo haré. Tal vez ver la propia tristeza de mi padre cuando parece que se siente solo es simplemente ver un reflejo mío al evadir la voz más importante preguntando insistentemente "¿qué tienes?" cuando la única respuesta podía ser que me estaba dando cuenta de que si superaba ese momento de duda, ese instante de indecisión, tendría una razón para finalmente aceptar la vida como es y crecer de una vez por todas. Tal vez de haberlo sabido entonces todo sería distinto, tal vez...

No todas las cosas pasan por coincidencia, ni por consecuencias de nuestras acciones. Me niego a creer que todo es una simple obra del azar. Que él encontrar el rumbo de una vida que considerabas perdida no tiene una razón de ser o que el conocer a alguien en condiciones completamente inusuales e incluso ridículas a quien en un instante entiendes y te entiende, aunque sea por un momento mágico que se irá, no tiene significado. El futuro no está escrito, lo sé, pero el tiempo no se detiene por dejar de escribir el tuyo. Algo tiene que rellenar ese espacio.

Hoy finalmente entiendo, no por gusto, que no puedo seguir viviendo de la misma manera. Que no puedo simplemente andar cazando escapes cada fin de semana para buscar olvidar aunque sea un par de noches fuera de casa todo lo que me importaba. Que no puedo seguir buscando excusas idiotas para no hacer una llamada. Que necesito dejar de evadirlo y realmente encontrar soluciones a todo en vez de simplemente seguir hundiéndome en la dicha de la indiferencia.

Tal vez el significado de esto, al final, sea sólo liberarme de todas las ideas que tenía y tengo en este momento, pero que de una forma u otra, he de dejar finalmente... como pasó esa vez hace dos años. Y tal vez también, que esto ocurra este día que finalmente resultaba tan importante por más que lo quisiese negar, no sea tampoco una obra del azar.

3 comentarios:

BitJoe* dijo...

Las cosas alrededor tuyo juegan un papel feliz-cruel contigo. en lo personal, de esas experiencias donde he "danzado" (como diria jodorowsky) con el destino, tengo grabadas "secuencias en mi cabeza" de situaciones muy.. no se como describirlas, si malas o de reflexion o triunfos o no se... el punto es que cuando llego a recordarlas tengo un panico terrible y despues una calma total, una tranquilidad universal.
Es tal el delirio por el que paso... y al final se posa en mis ojos una mariposa permeada de paz.

Mónica dijo...

I really hope the war over for you

Mónica dijo...

erm..releyendo..ups.. es que no he dormido(seguro entendiste)Saludos