Hice hace unos días un breve recuento del esfuerzo que he hecho en mi vida y mis conclusiones fueron horrendas. Por ejemplo, con respecto a la escuela, me di cuenta de que puedo contar las veces que me he esmerado en algo con los dedos de las manos (y me sobrarían algunos). En otras cosas ha sido igual... empiezo cosas con gran entusiasmo, me aburro y quedan en el olvido. Pocas cosas son en las que realmente me he dedicado total e incondicionalmente y la mayoría de ellas han sido por razones totalmente espirituales (por llamarles de alguna manera).
Aún así, siempre he tenido resultados aceptables. Incluso a veces (muchas veces) mi trabajo mediocre me ha ganado reconocimiento de otros, lo cual termina ganándome una frustración inmensa. Odio cuando eso sucede, supongo que de una forma o de otra es un fomento total a mi ya de por sí inmensa mediocridad. En el kinder es todavía peor... hacer trabajos mediocres que se cuelen como cosas de calidad me hace sentir como si no hubiera esperanza para el talento real y yo fuera parte total del problema.
Un propósito que me puse para noviembre fue esmerarme en todo lo que hiciera. No implicando preocuparme de más, ni dejar mi vida en cada cosa simple que haga... pero sí intentar al menos que todo salga bien. Menos a ver qué sale y más dedicación a un resultado previamente definido, más corrección de errores, más interés en las cosas que haga.
La idea era empezar en el primer minuto de noviembre, inmediatamente después de la quema de La Gran Calabaza, pero por qué esperar... comencé ya.
Tuve un día de trabajo complétamente alejado de la sociedad y al siguiente vuelvo a la escuela. Al final del día:
1. He recibido una oferta de trabajo agradable, fijo, con horario increíblemente flexible y de paga considerablemente buena y más que suficiente para pagarme vida decente con algo de ocio.
2. Un par de maestros de la SVA alabaron el proyecto en el que estoy participando, nombrándolo como "lo más impresionante y creativo que he visto en los últimos años." Pidiendo exhibirlo entre sus alumnos cuando esté terminado.
3. Fui invitado a formar parte de una exposición pública.
4. Lo más importante, siento realmente un vínculo de amistad real mayor con la gente que de una forma o de otra me ha importado en tiempos recientes.
Quién diría que un poco de dedicación haría tanta diferencia. Me siento satisfecho; esta noche en el Zócalo, frente al balcón central, muriendo de sueño y cansancio realmente sonreí con sinceridad total por primera vez en semanas... ¿Qué más podría pedir?
A giant step each day... justo eso.
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