Y entonces, años después, conoces a la mujer de tu vida. Perfecta, simplemente ideal; todo lo que has soñado y buscado en tantas distintas personas, ahí está, frente a ti. Aparecida en el momento en el que toda esperanza había sido perdida.

Sigues el camino por un brazo hasta llegar a su cuello, su cara, su cabello. Su perfecto cabello con un olor tan característico y dulce, totalmente desordenado por la lluvia que acaba de caer. Juegas con él, lo acomodas de modo que tape su frente y algunas gotas de agua alcancen a brincar sobre tu cara.
Sus ojos... es como si la secuencia inicial de Contacto se reprodujera en unos instantes dentro de ellos; realmente puedes ver el infinito, incluso escucharlo.
CQ. CQ. CQ.
Ella sonríe de una forma distinta, sincera. Esa clase de sonrisas que sabes que no se pueden provocar, que sólo aparecen cuando el momento es tan perfecto como el instante que estás viviendo y uno no puede hacer más que apreciar la vida y agradecer con tal expresión en el rostro. Lo sabes porque tienes la misma sonrisa, sientes una alegría pura y total.
Pura y total.
Total.
Silencio total.
Total.
Cierras los ojos, esperando nunca olvidar.
-
Despiertas en tu cama, en tu antiguo cuarto, en tu antigua casa. Algo está mal. Te levantas.

Pero realmente, poco a poco recuerdas menos... ¿valdrá todo si sigues perdiendo sus recuerdos? ¿habrá pasado si no lo recuerdas ya y no hay pruebas de ello?
Te ves en un espejo, hay lágrimas en tus ojos. Una expresión de ira irracional. Te niegas totalmente a olvidar...
Te niegas totalmente, no lo vas a permitir.
No lo vas a permitir de ninguna forma.
De ninguna forma sucederá.
¿Sucederá?
-

Separas.
Esperas.
Separas.
Esperas.
Separas.
Escuchas a alguien llegar. Luna aparece, la luna se deja ver. Todo tiene sentido.
-
Todo es irreal. Tú también.
Vivamos nuestra mentira, pues.
2 comentarios:
... Eso fue un crimen yonk2
...¿un crimen contra la literatura y la gente que sabe escribir decentemente? ja
yonk2
Publicar un comentario