Divagación sin sentido de la madrugada del 3 de enero 2008

Antes de salir de viaje tenía muchas dudas. Aún tengo varias, pero las circunstancias hacen más fácil tomar decisiones... en fin. Talvez sólo sea que el vivir en "la (ex) ciudad más grande del mundo" y no sentirse úbicado como parte de algo real dentro de ella... supongo que a todos les pasa... o talvez no y sólo sea parte de ese deseo humano de no sentirse solo.. bah.

Hace unos cuatro días iba por el centro de la ciudad observando a la gente, imaginando situaciones, un par de hombres discutían, una señora salía de una tienda cara de ropa y los veía con cierto desprecio, esa "superioridad" característica de tanta gente hoy en día. De pronto los autos comienzan a avanzar y entonces un hombre brinca al asfalto y se aferra a él esperando que pronto su vida termine bajo las ruedas del turibús. La señora deja la bolsa con sus artículos recien comprados en el suelo y se para frente a él haciendo señas a los vehículos para que lo evadan. Los dos hombres que discutían se lanzan inmediatamente tras él y lo levantan entre ambos, pareciera que levantan a un muñeco de trapo, sin voluntad, sin vida... de pronto el suicida alza la mirada y con lágrimas en los ojos e incredulidad en su rostro abraza a uno de los desconocidos que le ayudaron. Ambos ríen y la señora voltea a verlos con una expresión de satisfacción. Todo pasó tan rápido que apenas avancé media cuadra... y una más adelante una niña jala la mano de su mamá, riendo, para señalar a un hombre fuera del edificio del Banco de México. La señora también ríe... un vagabundo saluda a todos con un letrero en el que sé lee "Sonrisas, el único camino real para una vida mejor".

Sueño...